Los italianos son reconocidos por su gran amor a la vida y en este mundo tan ocupado y caótico han encontrado la manera de darse su espacio para divertirse y apreciar la vida sin ninguna culpa. Sin embargo, en cuestión de belleza, las mujeres italianas guardan un as bajo la manga en el tema de la piel y el pelo, y es momento de que hagamos propios los secretos que las hace verse bien siempre.
A las chicas italianas les gusta ir a la peluquería. Siempre tienen el pelo peinado y las uñas perfectas. Es algo que no procrastinan, ni cuando tienen un día bien ocupado y desastroso. Muchas veces ellas no se lavan el cabello y por estas razones sus peinados se ven perfectos.
No dejan sin pintar sus uñas, siempre suelen llevarlas pintadas de color rojo o de un color mas pálido que su piel. Nunca renuncian a la manicura y obviamente suelen combinarlo con el color de bolso o cartera.
La hidratacion de su piel es un paso fundamental no solo en el rostro sino también por todo el cuerpo, para ello dedican sus horas en la ducha y algunas,incluso, replican trucos de celebridades, como por ejemplo hacerse de forma regular baños con aceite de oliva virgen. Otras mujeres italianas ponen en su pelo compresas mojadas en aceite de oliva para aportarle brillo e hidratacion.
Adoran lucir tatuajes en su piel y les gustan utilizar prendas que le permitan mostrarlos. Estos reflejan sus estados de ánimos.
Muchas de las italianas dan una mayor importancia a las cejas ya sea que les agrada llevarlo naturalmente o bastante gruesas. Por eso, evitan depilarse en exceso y recurren a sombras y pinceles específicos para rellenarlas en forma natural e, incluso, oscurecerlas ligeramente.
En cuestión de maquillaje, evitan usar bases de maquillaje densas y prefieren los fondos ligeros, las cremas hidratantes con color y los iluminadores. Su rutina de maquillaje es muy sencilla: Base, sombra de ojos negro y colorete.
En el siguiente video se puede apreciar un estilo súper simple de coleta y poco maquillaje en los años ’40; y luego una evolución hacia un look más glamoroso a partir de los ’50, en la época del milagro económico italiano. Luego el regreso a lo sencillo, con pelo suelto y lacio en los ’70; para avanzar incorporando volumen y muchos accesorios desde la década del ’80 en adelante.
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